Shure desmitifica algunos tópicos recurrentes:
1. Colgar los micrófonos sobre el amplificador de la guitarra
En muchas ocasiones se utiliza esta técnica como sustituto de un soporte para micro. El problema es que, usando tanto un micro direccional como un cardioide, la respuesta en frecuencia cambia en función de tus movimientos (hacía delante o a los lados). La intensidad de este efecto puede variar en función del fabricante, pero tu micrófono sonará siempre mejor frontalmente que desde los lados. Presta atención al patrón polar de tu micro y aprovéchalo al máximo. Shure fue la primera empresa que desarrolló un verdadero micrófono unidireccional en 1939 y la cápsula Shure Unidyne (como la que se usa en el SM58) sigue siendo una referencia.
2. Tapar la cabeza del micrófono
Pensarás que estás a la última o que vas a lanzar una nueva moda. Pero para tu ingeniero de sonido … ¡serás la peor pesadilla!: estarás bloqueando la parte trasera de los puertos de la rejilla del micrófono, esenciales para el patrón polar y para la respuesta en frecuencia. Un buen sonido es, seguramente, más importante que un estilo ‘guay’.
3. Usar por defecto el micrófono más caro
¡A todo el mundo le ha pasado alguna vez! Acabas de comprarte el último modelo de micrófono y lo usas para “absolutamente todo”. Pero la realidad es que no siempre hay una correlación evidente entre el precio del micrófono y el resultado que obtengas. Evidentemente la calidad del micro siempre estará relacionada con su precio, pero, a veces, aunque tu micrófono de condensador de gama alta suene de manera espectacular a una voz, puedes darte cuenta que, con otras voces, vendría mejor un micrófono dinámico. Por ejemplo, John Lennon siempre grababa sus canciones con el SM57 de Shure.
4. Demasiados micros
Es un error muy común usar muchos micrófonos pensando que obtendrás un sonido más completo cuantos más micrófonos coloques. Lamentablemente, y debido a la cancelación de fase, el resultado es muchas veces el opuesto. La coherencia de fase se debe tener en cuenta a la hora de usar varios micrófonos, para que el sonido obtenido no suene “vacío” debido a las frecuencias canceladas entre si.
5. El síndrome de la ‘colocación vaga’ del micrófono
Prestar poca o ninguna atención a la colocación del micro, o tener la actitud de ‘esto lo arreglaremos en la mezcla’ es un problema recurrente. Los programas actuales de grabación han facilitado mucho el poder ‘esconder’ grabaciones de mala calidad o sacar el máximo provecho de una situación “al limite”. Nuestro consejo: ahórrate dolores de cabeza y hazlo bien desde el principio. ¡El resultado será siempre mejor!