Uno de los principales inconvenientes de los proyectores convencionales es la corta duración de sus lámparas, que supone un gran gasto para el usuario medio y para aplicaciones profesionales.

Para solucionarlo se lleva trabajando desde hace tiempo en diferentes tecnologías, como por ejemplo la que incorporará lámparas mixtas LED y de diodo Láser que le permiten ofrecer tiempos de vida estimados superiores a las 20.000 horas de uso.

Cuentan con una luminosidad de 3.000 lumens y un contraste de 20.000:1 y resoluciones Full HD que si bien no son cifras tan espectaculares como otros modelos basados en lámparas convencionales, les acercan a la calidad de los proyectores que podíamos comprar hace 2 o 3 años, lo cual no está nada mal.